La principal diferencia entre la hipoteca fija y variable está en el tipo de interés que se les aplica. En el préstamo hipotecario a tipo fijo (hipoteca fija), se paga siempre la misma cuota. En cambio, en el préstamo hipotecario a tipo variable (hipoteca variable), la cuota va cambiando según varíe el índice que se ha establecido. Vamos a explicarlo con un poco más de detalle y comentar también cómo influye el plazo de amortización en ambos tipos de hipoteca. Y así podrás determinar qué ventajas tiene para ti una o la otra.